El comienzo del año 2006 no pudo escaparse de la inspiración y motivación. Entre las contradicciones del invierno y del verano, nos vimos de nuevo envueltos entre textos, melodías, texturas y beats. Por quinta vez decidimos exponer nuestras ideas, a través de la única forma que seguimos disfrutando ;componiendo música e intentando recrear de manera improvisada nuestra visión del momento que transcurre. Como siempre y sin ninguna preocupación de cambiar nuestra intención, nos fondeamos en Chuao. Las intenciones complejas no existen. Nos satisface tratar de hacer algo “bien”, enmarcado en una época donde los tiempos se reciclan. En este sentido, queremos que las personas lean las palabras, registren el sentimiento y reflexionen las ideas. De lo contrario: bailen. La venezonalidad continúa por muchísimas razones, donde la más importante está dada por la naturaleza propia de nosotros como entes y amantes criollos. Los 15 cocteles que regalamos pretenden ser un boceto de nuestro entorno caribeño. Hay muchas cosas que decir en este mundo. En esta oportunidad y aprovechando la excusa de la música, decidimos hablar de algunas. La mujer y el cacao nos han ayudado. A ella la hemos visto como fuente de admiración e inspiración, mientras que el fruto barloventeño ha agregado su sabor de playa, alegría y sol. El resultado de todo lo anterior ha originado un curioso coctel #5, donde sus ingredientes principales son mujer y cacao, mezclados de manera global con beats granizados de origen tropical. Quisiéramos que esta obra sea tomada con hielo, papelón y limón, y a la vez, tratar de seguir contribuyendo de manera proactiva con las expresiones no tradicionales venezolanas, esperando aún, más oportunidades de aquellos.